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Mitxel Casas - BOB DYLAN EN BILBAO 2012

¡¡¡ Dylan tuvo la culpa...!!!

Tuvo la culpa de que hace ya millones de años, con mis primeros ahorros, me comprara una guitarra acustica Epiphon de 12 cuerdas y una armónica Yamaha.....

Tuvo la culpa de hacerme ocupar muchas horas de mi juventud ensayando con ambos instrumentos canciones como The Times They Are a-Changin, Blowing in the wind o Mr tambourine man.....

Y ahora, despues de mil y pico años, he tenido el placer de disfrutar en directo de Bobby (así le llamamos los amigos...)





De acuerdo en que tiene una edad, y que su voz ya no es la que fue....pero la esencia Dylan perdura a través de los tiempos....
Nunca nos importó como cantaba, sino lo que transmitía con sus canciones, y para eso no hacía falta ser un tenor lírico..... No interpreta notas musicales, sino sensaciones y sentimientos, y por eso nos da igual como lo haga...



En Bilbao cantó un Dylan muy personal, yo diría que hasta íntimo, e incluso feliz, porque se le vio agusto, implicado, participativo y entregado....


Tocó el piano, la guitarra, y unos solos de armónica que nos atravesaban el rincón de los recuerdos hasta transportarnos  automaticamente  muchos años atrás....

En este pequeño video podeis ver una seleccion de fotografías del concierto con la música en directo de fondo, y el tema Like a rolling stone que interpretó



Con mis amigas Dylanianas Rosi y Bego disfruté de casi dos horas de concierto sensacional....




Voy a cerrar esta entrada con una artículo llamado " Bob Dylan, el rey del folk rock, deslumbra en su regreso a Bilbao " de TANIA QUIJADA MARTIN (EFE).
Me ha parecido muy claro y conciso.... si se puede decir en pocas palabras, para qué utilizar más...



Bob Dylan ha regresado esta noche a la capital vizcaína tras 17 años y no ha dejado indiferente a nadie. Más de 7.000 personas han disfrutado, en la explanada del Museo Guggenheim Bilbao, de una de las leyendas vivas de la música contemporánea en un concierto único y, cuanto menos, cautivador para todos los presentes.
 






La actuación que ha tenido lugar en la jornada previa al inicio de la séptima edición del festival BBK Live ha dado el pistoletazo de salida a la "semana rock de Bilbao". Ésta ha sido, además, la primera cita de la gira de Dylan por España, tras la que visitará el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) y el Cap Roig Festival.


Pocos minutos después de las nueve, el público ya estaba impaciente por ver al icono del folk rock. Entre miradas al cielo y caras de preocupación por la posibilidad de que la lluvia aguara la velada, Bob Dylan y su banda han salido a escena.

El cantautor de Minnesota, ataviado con su tan característico sombrero de ala corta y una chaqueta blanca con pantalón negro, se ha colocado directamente en el teclado, haciendo suya la noche desde el mismo instante en que han sonado los primeros acordes de "Leopard Skin Pill Box Hat", tema de su séptimo álbum Blonde on Blonde, del 66.

Se nota que al poeta del rock n'roll también le pesan los años y como él mismo dice "los tiempos están cambiando". Aunque su actitud crítica y sus canciones protesta perduren, su voz ya no es la que era. Una voz cascada, más áspera y quizás demasiado rota para algunos, pero que encaja a la perfección con el sonido de su banda, compuesta por cinco músicos con los que parece existir una conexión mágica.

Temas como "Things have changed", "Tangled up in blue" o "Rollin' and Tumblin'" han hecho alarde de esta precisión y compenetración entre los artistas, pues tanto mérito tiene la propia adaptación de Bod Dylan como el trabajo tan soberbio de su banda.

Reinterpretación de sus canciones

Aún así, por todos es bien sabido que al "profeta del rock" le gusta reinterpretar sus canciones. Esta noche, Dylan ha alargado y modificado los temas a su antojo, reinventándolos por completo, como en cada concierto, hasta sonar casi irreconocibles.

Un repertorio escogido con gusto y mucho cuidado, en el que han sonado, entre aplausos y ovaciones, hits como "Highway 61 Revisited", con un sensacional solo de piano, "Spirit on the water", en el que no ha soltado la armónica, o "A hard rain's a-gonna fall".

Una combinación continuada de solos de piano, armónica y guitarras para el deleite de todos los asistentes, que cada vez han estado más entregados y eufóricos con clásicos como "Ballad of a thin man" y "Thunder on the mountain".

Con todo ello, ha sido un concierto algo más lejano al folk y mucho más próximo al blues, con pinceladas de country, en temas como "High water" y "Simple twist of fate" y de rockabilly en "Summer days", entre otros.

Dylan, a sus 71 años y contra todo pronóstico, se ha mostrado más activo y enérgico de lo habitual y hasta ha dedicado sonrisas y gestos de afecto al público, a pesar de la introversión a la que le suele tener acostumbrado.

Como broche final del espectáculo, más familiar y cercano que los de hace unos años, dos de los temas más míticos del artista "Like a Rolling Stone" y "All along the watchower", y en el bis, su hit "Blowin' in the wind". Un final perfecto para una noche magnifica. Bob Dylan llegó, vio y venció.